La auditoría energética es un proceso sistemático, independiente y documentado para la obtención de evidencias y su evaluación objetiva en una organización o parte de ella con objeto de:
- Obtener un conocimiento fiable del consumo energético y su coste asociado
 - Identificar y caracterizar los factores que afectan al consumo de energía
 - Detectar y evaluar las distintas oportunidades de ahorro, mejora de la eficiencia y diversificación de la energía y su repercusión en el coste energético y de mantenimiento, así como otros beneficios y costes asociados
 
Los objetivos de la auditoría son:
- Inventariar los principales equipos e instalaciones existentes
 - Conocer la situación energética actual, así como el funcionamiento y eficiencia de los equipos e instalaciones
 - Realizar mediciones y registros de los principales parámetros eléctricos, térmicos y de confort
 - Analizar las posibilidades de optimización del suministro de combustibles, energía eléctrica y consumo de agua
 - Analizar la posibilidad de instalar energías renovables
 - Proponer mejoras
 - Realizar su evaluación técnica y económica
 
Las consecuencias de la auditoría pueden ser:
- Implementación de un Sistema de gestión de la energía (UNE-EN ISO 50001)
 - Formación de la dirección y el personal
 - Figura del “Gestor Energético»
- Necesidad y conveniencia
 - Servicio externo o interno
 
 - Gerencia y cuadros responsables:
- Grado de compromiso por parte de la dirección
 - Limitantes a la “Gestión de la Demanda”
 - Establecimiento de pautas, hábitos y horarios
 
 - Personal de mantenimiento:
- Modificación de rutinas y criterios de mantenimiento
 - Acciones correctoras. Apoyo a la gestión energética
 
 - Implantación de las medidas de ahorro detectadas
 - Análisis de presupuestos y prioridades:
- Acotar posibilidades de ejecución reales
 - Cotejar presupuestos
 
 - Decisiones de inversión:
- Propias / Financiación
 - Por terceros (ESEs)
 
 - Plan de acción:
- Medidas sin coste
 - Medidas de coste moderado
 - Medidas de coste elevado
 
 
